10.22.2010

El '68

Una vez escuche a un señor decir que el cuerpo es memoria, todo lo que hacemos en la vida se hace memoria y que en base a eso se desarrollan hábitos. Al investigar acerca de este interesante y controversial tema de los movimientos estudiantiles sobretodo de aquellos que se dieron lugar en el ’68, estas palabras venían a mi mente.
Un País, una sociedad es de igual manera como un cuerpo en el que cada suceso se hace memoria y de ahí hábitos. Cuando hice esta comparación tristemente me di cuenta de algunos hábitos que se han desarrollaron de la memoria mexicana. Todos los acontecimientos que ha vivido nuestro país tal parece que ha desarrollado el hábito del “chingarse al otro”, entre otros. En México casi nada sale, no se pueden llegar a negociaciones si no se puede transear, nadie quiere ceder por temor a que se lo chinguen. Como se dice, a que te chingues tu a que me chingue yo, pues chingate tú.

Ceder en México es “rajarse”, dice el Sr. González Alba. Lo que me lleva a otro hábito, el del Machismo, y obvio ante este hábito el rajarse está prohibido. En el ’68 el idealismo, la ingenuidad y tal vez la buena voluntad de algunos que creyeron quizás poder hacer un cambio en la mentalidad de la sociedad, llevó a crear un movimiento de masa al cual se sumaron otras denuncias, un malestar general por la represión, autoritarismo del gobierno de aquel entonces, pero sobretodo esa sed de libertad y justicia fue ese “pegamento” que llevo a toda una masa a unirse. Lamentablemente tenían enfrente a unos lobos bastante colmilludos que no iban a permitir ser expuestos. Porque el mal hábito fue más fuerte que el buen hábito. 

El final de la historia todos lo conocemos, una memoria fresca aún para muchos, porque ese hábito de mártires lo tenemos arraigado y que en ocasiones no nos deja avanzar. Esta historia no es más que eso, historia, un aprendizaje para reeducarnos. 

10.16.2010

2 de Octubre.. ¿no se olvida?

En muchos países.. ya incluso en el nuestro.. Octubre recuerda a el tan famoso día de de brujas, a criaturas horripilantes, moustros, diablos, muerte entre otros, donde desde niños y adultos salen para mostrar que tan horribles y sangrientos ¡pueden verse!, pues bien, en México hace 42 años, un 2 de Octubre decidieron salir a relucir los moustros de este país, enviados por un demonio que gobernaba impunemente y bajo un marco de fiesta deportiva se cometió quizá el peor crimen que nuestro México ha sido testigo, un crimen sin castigo hasta ahora, aquel día por la tarde un grupo de estudiantes de la UNAM decidieron realizar un mitin en la plaza de las 3 culturas, donde se expresarían de aquel gobierno de impunidad y de opresión, lamentablemente sus sueños fueron truncados, sus vidas marcadas para siempre y la plaza de las 3 culturas.. se lleno de moustro y sangre que no se olvida, que no se borra y que sigue ahí como un fantasma, uno cubierto no de una sabana blanca.. pero si con un guante blanco.
Un fantasma que todavía opaca todo tipo de manifestación estudiantil y que liga a cualquier tipo de expresión masiva al miedo a la violencia, que durante años hizo callar a las voces jóvenes, sin embargo en fechas recientes diversas organizaciones y nuevos gobiernos han cambiando eso, dejando que la expresión popular se escuche.

En México no tenemos fiesta de brujas.. pero si tenemos un día que marca que aquí también los demonios prefirieron Octubre para salir a bailar sin que nadie.. les dijera ¡nada!

http://www.youtube.com/watch?v=yLdxjOkKYdE&feature=related

9.17.2010

La Iglesia en el movimiento de Independencia

Cuando volteamos hacia la historia de nuestro país nos podemos dar cuenta que México desde la era prehispánica hasta nuestros días, siempre hemos sido un pueblo de espiritualidad y fe. Las mismas que llevaron a aquellas civilizaciones a llevar una armonía con su entorno, la naturaleza, su sociedad y hasta con la divinidad. Aquellas que llevaron a un pueblo hace 200 años al levantamiento por defender su fe y su libertad. 
El hablar de fe, Iglesia y su influencia en el movimiento de independencia es en sí polémico, y encontraremos diversas opiniones al respecto, y me apresuro a decir, que todas ellas muy respetables. Sin embargo, muy poco y de manera un tanto superficial se sabe al respecto. Son más bien los prejuicios, los dires y diretes, y precisamente lo poco que se conoce, lo que realmente y lamentablemente se tienen de fundamentos para crear las opiniones.
No intento descubrir el hilo negro, pero si quiero exponer un poco más de fundamentos históricos ya que la historia por sí misma -como dijera Cicerón, es testigo de los tiempos, vida de la memoria, maestra de la vida (Magistra Vitae)- es una fuente de sabiduría. 
En este espacio que como su nombre bien lo dice es un Punto Sin Censura, invito a que con los fundamentos aquí expuestos, cada uno de nosotros, creyentes o no, con nuestras propias convicciones sobre el tema, dialoguemos sobre el papel de la Iglesia en el movimiento de nuestra Independencia, y vuelvo a decir, respetables todo tipo de opiniones por más diversas y aún encontradas que sean. 
Como mencionaba al inicio, México desde la época prehispánica ha sido un pueblo espiritual y de fe, si bien en aquellos ayeres eran creencias y prácticas muy distintas a las de ahora, no deja por ello de ser espiritualidad, pues era esto lo que les daba una gran sabiduría y armonía con la vida. 
Pero fue esta misma espiritualidad la clave del declive de esta civilización, ya que el mismo Moctezuma a la llegada de los españoles a Veracruz, creyó que el antiguo dios Quetzalcóatl regresaba a reclamar su tierra. 
Hernán Cortés, ya sea como pretexto o no para conquistar estas nuevas tierras, usó como principal razón de la conquista la implantación de la fe cristiana entre los indígenas.
Con el afán de conquistar y de gobernar los territorios encontrados y extraer riquezas se hicieron graves injusticias disimuladas con el pretexto de la evangelización, lo que trajo como consecuencia un doble trauma. Por un lado el trauma español que vio que su conquista era todo menos cristiana, y por el otro un trauma indio por ver destrozada su civilización. Ambos traumas generaron ira y resentimientos. Sin embargo, el pueblo indígena, ya sea por resignación o por la nueva fe que la Iglesia les había dado, y que en ella vieron una nueva liberación espiritual, dada por la Santísima Virgen de Guadalupe, llegaron a un convencimiento a integrarse a la nueva sociedad.
Tres siglos transcurrieron para que aquella población de indígenas a la cual llamarían La Nueva España, se convirtiera en una nueva nación, ni europea ni prehispánica. Con un nuevo orgullo nacionalista criollo. 
Fue la Iglesia mediante sus congregaciones quienes durante estos 300 años, construyeron no sólo conventos, sino que también caminos, puentes, hospitales y escuelas donde enseñaron varios oficios y defendieron al pueblo. Y también reconocer que las primeras ideas de una autonomía están en las literaturas clericales. Después esta misma influencia se vería en la mentalidad del cura Hidalgo y de Morelos.
A finales del siglo 18 e inicios del 19, ya había un malestar social. Las injusticias cometidas por los peninsulares contra los americanos, hambrunas por las sequías en la región del Bajío y la misma Ilustración que vino a traer nuevas corrientes filosóficas. Todas estas “piedritas” que se iban acumulando en el costal, como bien decimos, empezaron a crear inconformidad en la Nueva España, sin embargo, un factor que vino a ser causa importante para los primeros movimientos de independencia fueron los conocidos, agravios borbónicos. 
Una serie de medidas tendientes a consolidar el poder real, que afectaron gravemente la vida religiosa de la Nueva España, expulsando a varias congregaciones causando el derrumbamiento de muchas instituciones educativas y de asistencia social. 
La crisis española de 1808 daba pie a levantar el triple lema de Dios, Patria y Rey, frente a los franceses pintados de impíos, además de usurpadores. Eso explica que cuando el cura Hidalgo, en la madrugada del 16 de septiembre de 1810, sin tener aún un programa político claro ni articulado, convocó a los feligreses de Dolores a seguirlo, lo hizo en nombre de la religión, del reino y del rey prisionero de Napoleón. Y cuando, además de sus proclamas, empuñó el estandarte de la Virgen de Guadalupe en el santuario de Atotonilco, tocó una fibra clave en el alma de todos, su fe. 
Debemos recordar que la mayoría del ejercito insurgente era gente del pueblo, agricultores, ganaderos, etc. Es verdad que, como ocurre en toda guerra, se mezclan toda clase de motivos personales, familiares y sociales, de buena o no intención, no cabe duda que uno de esos motivos -para algunos sectores de la población la principal- fue el de defender su fe.
Ciertamente el que los dos grandes líderes del movimiento hayan sido curas, permitió que su simpatía y relación con sus feligreses, tuviera mayor impacto e influencia en el levantamiento del ejercito insurgente. 
Si bien el papel de la Iglesia a favor de la insurrección sólo estuvo en la acción de unos cuantos curas,  su verdadero papel va más allá de dicha labor y antes del inicio de este movimiento. Viene desde la formación del pueblo tanto en la fe como en lo social, humanista, intelectual, cultura. 
Ese, en lo personal, es el verdadero papel de la Iglesia en el movimiento que dio inicio a una nueva nación, a una nueva esperanza, a un nuevo orgullo. 
Por ello en un inicio hacía hincapié en voltear a la historia, y a veces no sólo basta con eso, sino que se tiene que hurgar en ella, profundizar para realmente discernir y comprender el por qué de las cosas. 
Y para terminar esta reflexión, me permito citar a un médico y sacerdote mexicano: Pero entre todas ellas (las opiniones), considero que en una estaremos de acuerdo todos los que intentemos una sincera revitalización de nuestro país: hemos de conocer bien nuestra historia para tener una base firme en la que podamos apoyarnos para alcanzar una mayor Independencia de las dependencias que actualmente nos detienen. 
Antes de ser Católicos, Protestantes, Médicos, Ingenieros, Sacerdotes, Políticos, somos Mexicanos.

9.16.2010

El Chile Mexicano!..¿placer de enchilarse?.. o ¿identidad?

No se sabe bien, cuando empezó el Mexicano a comer chile, algunos dicen que fue desde tiempos muy antiguos hay incluso que opina que no fueron los mexicanos, que causa tanto placer y emociones diferentes que seguramente fueron los marcianos!, lo cierto es que desde que yo recuerdo no he conocido persona que no identifique a los mexicanos con el chile, y mira que nos ha servido para miles de cosas desde para hacer un delicioso platillo hasta para hacer uno que otro albur.

Lo cierto también es que no hay lugar de la república que no use el chile para cocinar en distintas proporciones, de distintas formas y mira que en México hay muchas variedades de chile, desde chiquito y picoso, hasta grandotes y traquilones y que conste no lo digo con albur.

Ahora que esta el momento justo de recordar el bicentenario del inicio de la guerra de independencia, me viene a la mente quizá el chile mas conocido.. el chile en nogada.. que durante generación tras generación ha sido conservado mas que como un delicioso platillo casi como una identidad, no se que pensaban aquellas religiosas que decidieron pintarle al chile los colores blanco y rojo tampoco si estaba en su mente ese tono mestizo que luchaba por su verdadera identidad y es por ello decidieron mezclar mas de 30 ingredientes en un pequeño plato, quizá por eso no hicieron distinción entre la carne de res, cerdo y pollo, o entre todos los frutos que mezclaron para rellenar el tan famoso chile poblano. ¡ Ha pero que bueno les quedo el detallito!.. tanto que todavía sigue gustando tanto a los paladares mexicanos como extranjeros, muchas leyenda, mitos y realidades se han escrito a atravez del tiempo sobre esta receta.. y hasta en películas y libros se menciona, lo único verdadero es que quien de nosotros no ha comido chile.. sera por placer.. sera por identidad, pero todos nos hemos picado con el chile mexicano, tanto que sea al lugar donde vayamos siempre extrañamos la típica salsita con chile.
Que viva México y todas aquellas ricuras que nos han hecho tan libres como la creatividad y placer que brinda la comida mexicana.

PersonajesInvisibles

En el pasado de un país hay demasiados personajes como para recordarlos todos, pero en muchas ocasiones estos se pierden o son perdidos, y con ello, las huellas que dejaron y que configuraron la historia de una nación, de un México.
Tenemos presentes algunos nombres de aquellos a quienes llamamos Héroes de la Independencia, elegidos por la sociedad para formar parte de este círculo icónico de veneración. Y no es de dudar del heroísmo de estas personas, porque aunque yo no estuve ahí ni nadie de nosotros, no cuestiono que hayan existido, y gracias a ellos se hayan dado pasos importantes para la construcción de una mejor nación. Sin embargo, así como en el fútbol, en la mayoría de las ocasiones la atención se centra en el jugador que mete el gol y no tanto en todos los que estuvieron involucrados en la jugada. Así, quedan en el olvido cientos o miles de biografías que aportaron desde su localidad al Movimiento de Independencia.
Hasta hace unos días yo ignoraba la existencia de María Ignacia Rodríguez de Velasco Osorio y Barba, apodada “La Güera Rodríguez”. Un personaje, según se presume, muy carismático y sobre todo oportuno en el Movimiento de Independencia.  Una mujer de esas que es difícil ignorar, sea por su aguda inteligencia, su impecable roce social, su notable valentía o su despampanante belleza.
Se dice que “La Güera Rodríguez”, una mujer de la alta nobleza Novo-hispana, asistía a las tertulias de aquellos que ya comenzaban a visualizar la emancipación de un pueblo que llevaba cientos de años bajo la Corona Española. Y en esas reuniones no sólo hacía gala de su impactante presencia y carisma, sino también fungía como una informante de su buen amigo Miguel Hidalgo.
Pero es de reflexionar de dónde surge la inconformidad de personajes tan favorecidos como María Ignacia Rodríguez, que en muchos ámbitos no vivían con las limitaciones del resto del pueblo de la Nueva Galicia. Se cuenta incluso, que en sus reuniones entre los insurrectos de la alta sociedad de ésa época, pretendían liberarse de la Corona Española pero conservando todos o la mayoría de sus privilegios. Algo que para un verdadero amante de la libertad de su país suena, a mi parecer, un tanto truculento.
Sin embargo, se dice que “La Güera Rodríguez” era una mujer que poseía altos ideales de libertad, autonomía y amor por su patria. ¿Qué tan consciente pudo haber estado de las consecuencias que la Independencia implicaría? Un movimiento de esta grandeza no siempre puede garantizar la compatibilidad con viejos esquemas, mucho menos con aquellos que perpetúan las oligarquías.
Y es entonces muy interesante reflexionar en torno a los motivos de un personaje como éste. No se trata de desconfiar de la posibilidad de que existieron y existan personas preocupadas por el bien común (sobre todo de la alta sociedad). Pero es siempre apasionante conocer bajo que ideas y esperanzas actuaron, y cómo su cotidianeidad fraguó, en este caso, lo que sería uno de los sucesos más importantes de México.
¿Acaso la supuesta relación que sostuvo con Simón Bolívar, sirvió como aliciente para defender los ideales de libertad de toda un nación? ¿O fue la filosofía de esta atractiva mujer una inspiración para hombres como Bolívar e Iturbide?
Me gusta pensar en María Ignacia Rodríguez como una mujer cuyo último objetivo en cuanto a la Independencia, era la verdadera libertad del pueblo, pesara lo que pesara. Y para muchos es todo un ícono de valentía, inteligencia y belleza. Algo así como una heroína de película, solo que en una modalidad más discreta. Una mujer que desde su biografía y sus limitaciones pudo aportar de una u otra forma a la realización de éste movimiento. Un personaje polémico, pero finalmente una hacedora de la historia de una nación. Así como otros, que están todavía empolvados por el tiempo y el olvido, que siguen invisibles, y que aún así son parte de nosotros.


¡Feliz Día de la Independencia! (a quien tenga que celebrar).

PuntoSinCensura. No cover, no etiquetas.

Bienvenidos a PuntoSinCensura, un espacio creado para el desahogo social, un punto de encuentro del pensamiento libre, en el que el único requisito es entrar sin etiqueta.

El mundo nunca ha dejado de girar, pero la vertiginosidad con la que vivimos en estos días, nos da la impresión de que todo se mueve más rápido. Cambios constantes, inestabilidad emocional, crisis económicas, dilemas del pensar y el sentir...tantas cosas que pasan por nuestra mente, que ya no sabemos si se trata de un mal social o si somos nosotros los inadaptados.

De cualquier forma y cual se la causa, por la naturaleza misma del ser humano, expresarlo se vuelve más que necesario. Así, dejando salir lo que traemos acá adentro, encontramos riquezas e inspiración para dar un paso más. Y también abrimos nuestro horizonte dándonos cuenta la forma tan única en que cada quien vive su ahora.

Este es su espacio, aquí pueden dar download a sus pensamientos. No hay etiquetas, solo ideas.